jueves, 21 de enero de 2021

EL ESPACIO 75

PROCESOS DE CAMBIO (I)

Mientras los grandes medios de comunicación y también la mayoría de la población hablan de nueva normalidad, reflejando las ganas que tenemos (la necesidad social) de volver a las situaciones  conocidas y manejables, hay quienes pensamos que no sólo la normalidad conocida no va a volver, sino que en breve estaremos extrañados de haber vivido como lo hemos hecho hasta ahora.

Ha hecho falta que tremendas convulsiones físicas y sociales nos saquen de nuestra zona de confort, para que podamos tomar conciencia de la provisionalidad, de los cambios y del movimiento permanente y cada vez más acelerado y perentorio.

La fábrica todos lo estamos viendo, no está exenta de estas vicisitudes y también está dando  respuesta con cierta flexibilidad y capacidad de adaptación que años atrás sería impensable (por mucho que siempre sea mejorable).

Algunas causas de inercia y pesadez encontramos en los procesos de producción que exigen que los trabajadores se encuentren sometidos a la producción (a la cadena productiva).

No solo los intereses de la dirección (de las personas interesadas en mantener su estatus y  privilegios). Para el mundo sindical también puede suponer un problema el adaptarse a nuevos marcos de comunicación.

Sin embargo, estos tiempos que corren ya no permiten este tipo de situaciones.

La fábrica es un excelente campo de pruebas, porque además está enfocada al servicio público del pueblo, de todos, de lo común (por mucho que también esto debe de ser ampliamente mejorado).

No puede entenderse que una fábrica con unas instalaciones antiguas, si, pero excelentes, con gente altamente cualificada, con recursos suficientes, que debería ser un motor de actividad y riqueza y un polo de tecnología para el país, se encuentre cayendo en la zozobra y en la parálisis.

Desde EPS tenemos claro que salir de esta situación (ya inveterada) sería muy fácil, con un apoyo razonable (mínimo de hecho) de la dirección y está presentando a la dirección de la fábrica  propuestas elaboradas, factibles, y de aplicación inmediata.

Es necesario diseñar nuevos canales de actividad y comunicación (paralelos a los actuales), que permitan que la gente pueda participar en la construcción de la empresa y de los planes de empresa. Si no hay participación de las personas, no puede haber implicación, ni elaboración colectiva.

Esos canales serán el embrión de los nuevos cambios normativos en la organización de la fábrica.

Miembros de la brigada de bomberos nos dieron un ejemplo claro de este trabajo en paralelo y cada vez más necesario en estos tiempos de emergencias, limpiando la nieve del patio. ¿Por qué no hay grupos de trabajo de la brigada de bomberos, como ya hubo en su día? ¿Es que no hay nadie capaz de racionalizar y crear canales para potenciar tantas capacidades de la gente? ¿Es que no vamos a ser capaces de ponernos de acuerdo y trabajar en equipo?

Somos conscientes de la excesiva densidad de este escrito, que requiere múltiples explicaciones de lo que someramente se bosqueja y nos comprometemos en sucesivos escritos a ir explicando los distintos puntos del mismo a la vez que iremos detallando los distintos pasos a seguir.

martes, 12 de enero de 2021

EPS OPINA 176

NO HEMOS APRENDIDO NADA DE LA PANDEMIA

La Dirección está gestionando de forma peligrosa la situación de emergencia provocada por la borrasca Filomena en la Comunidad de Madrid. Instar a todas las personas que no puedan teletrabajar en los turnos de Mañana y Tarde a acudir a la Fábrica “si disponen de viabilidad razonable”, sin discriminar si su trabajo es esencial e  imprescindible para el funcionamiento del Estado durante estos días, nos parece temerario. La Dirección no hizo sus deberes la semana pasada.

Desde EPS estamos orgullosos del merecido carácter de Infraestructura Crítica que tiene la Fábrica y las obligaciones que ello conlleva, por lo que no hemos propuesto el cierre total de las instalaciones. Pero eso no significa que en “todos los momentos” sean imprescindibles “todos los productos y servicios” de la Fábrica. Según el caso, habrá unos más críticos que otros, y esa consideración variará según las circunstancias, como vimos hace nueve meses. Defínase qué es necesario hacer y pónganse los medios para ello, pero no se movilice a la gente sin motivos justificados, poniendo en riesgo su salud. Es urgente mejorar el Plan de Contingencia y los protocolos de previsión y actuación.

 



La gestión de los turnos también nos parece chapucera. La Dirección no parece entender las características de esta emergencia, cuándo y cómo se manifiesta este riesgo. Ninguna línea de producción debería estar funcionando desde la puesta de sol hasta el amanecer. Estamos hablando de nieve y heladas. Los hospitales se están llenando por las caídas y accidentes. Veremos los informes de Prevención al respecto.

Tampoco vemos una coordinación efectiva con las autoridades (nacionales, autonómicas, locales) para garantizar el transporte seguro de los trabajadores desde su domicilio hasta su puesto de trabajo. Al menos tendría que estar despejado el camino de la fábrica hasta el metro. ¿De que sirve gestionar en Fábrica situaciones críticas si luego no se cuidan aspectos como éste?

En definitiva, la Dirección no ha aprendido todavía a gestionar adecuadamente una emergencia. Las cosas que se deben o no hacer en cada ocasión (según la problemática concreta) y cuál es el orden de prioridades. En este temporal, cuyos efectos en Madrid se prevén para una semana, lo primero es llegar a su final con la totalidad de la plantilla en perfectas condiciones. Ya recuperaremos la producción.

Cualquier trabajo que deba realizarse presencialmente en estos días se tiene que evaluar frente a la prioridad de la salud, y ver si es realmente necesario.