jueves, 16 de diciembre de 2021

EPS - OPINA 183

 ADICTOS A LA TEMPORALIDAD

La Casa de la Moneda se ha instalado en una estructura de plantilla difícilmente sostenible, que atenta contra la dignidad de las personas y contra su buen funcionamiento. No es de recibo que una parte importante de sus empleados/as estén con contratos temporales. Es necesario estabilizar el empleo para poder construir el proyecto vital que toda persona necesita y para avanzar a la Fábrica del futuro.

Tras todos los años en que esta situación persiste, ¿nadie en el Ministerio se ha dado cuenta de que hace falta más plantilla? ¿No es suficiente demostración el continuo agotamiento de los cupos de temporalidad que se conceden?


Existen bolsas de trabajo temporal en todos los sectores de la actividad, en todos los grupos profesionales: los (mal) llamados subalternos, operarios, administrativos, técnicos… Con unas dinámicas perversas. Personas que una temporada vemos en un sitio y a los pocos meses en otro; que un día tiran de carretilla, al siguiente manejan una máquina, elaboran informes o tramitan documentos, y vuelta a empezar. Eso no es polivalencia, sino la versión industrial de los jornaleros en la plaza del pueblo.

En cada ciclo vuelve la ansiedad, la expectativa, la nueva formación, adaptación, crear relaciones, la rabia y el insomnio cuando se acerca el final del contrato, el paro.

Ellas son quienes más lo sufren, pero no las únicas. También quien tiene puesto fijo y deben repetir una y otra vez la formación a quien llega de nuevas. Sí, la formación, aunque en Recursos Humanos no quieran oír hablar de esa palabra-función cuando tienen que valorar. Sin el esfuerzo continuado de los trabajadores/as que hacen cada actividad y enseñan a los siguientes, la Fábrica no funcionaría. En muchos casos, son las propias compañeras/os temporales quienes forman a otros temporales, y así sucesivamente. ¿Sabemos cuánto tiempo se emplea en formar? Para trabajos de continuidad, aproximadamente dos de cada seis meses.

Pero gran parte de ese aprendizaje no te sirve para lo que realmente necesitas, que es conseguir un puesto fijo, porque el 90% de las veces has de aprobar para Auxiliar de Producción. Seas electricista, impresor, graduada o técnica especialista. Aunque esos puestos sigan vacantes y cubiertos durante años de forma provisional. A esto es a lo que se deben referir como “gestión del talento” en el Plan de Empresa.

Mención especial merecen los contratos denominados “indefinidos no fijos”. Cuando la empresa ha incurrido en irregularidades y estas personas han ganado la plaza en los tribunales, se les coloca en una especie de jaula. No se pueden mover de su puesto, están atados a él.

Afortunadamente, las múltiples reclamaciones –dentro y fuera de nuestras fronteras- y la movilización de importantes colectivos han logrado abrir el camino a la consolidación del trabajo temporal y a la movilidad de los “indefinidos no fijos”.

No son suficientes las mejoras en la gestión de las Bolsas que se han negociado con este Comité de Empresa, gracias a las cuales los contratos pueden llegar a los tres años, en vez de al año que estaba establecido previamente. Es necesario abordar un proceso general de consolidación de puestos fijos para todas las personas temporales, así como una equiparación de derechos de los “indefinidos no fijos”.

Por justicia y por eficiencia