viernes, 18 de enero de 2013

Un bocata de jamón

Empezamos el año con la apertura de la cafetería sirviendo desayunos y un nuevo servicio de desayunos a talleres. Medidas positivas, pero ¿cómo es posible que no se permita el acceso universal a la cafetería?

Según el director de RRHH, las dimensiones de la cafetería y su distancia a talleres son un “impedimento insalvable”. Debe ser que la distancia desde la Fábrica hasta “Gambrinus”, “Alba”, etc., se mide en otra escala métrica, con el agravante de que la cafetería está dentro del recinto fabril. Somos conscientes de que el escuálido tamaño de la cafetería obliga a agudizar el ingenio. La idea de desplazar personal de la cafetería a los talleres puede ser positiva, aunque quizás no tanto la manera en la que se gestionarán las peticiones.

Este asunto reabre otro debate y volvemos a preguntar ¿por qué el personal operario de talleres no puede salir a la calle en la pausa del bocata? Las justificaciones de la Dirección suelen ir en dos líneas argumentales: “somos niños y abusamos” y “es inviable manteniendo las producciones”.


Seguro que se puede llegar a un equilibrio entre el dejar hacer, confiando en la responsabilidad de los trabajadores, y un necesario control.

Aferrarse a excusas de productividad es cuanto menos perverso y a la vez sonrojante. Reducir la viabilidad a si se hacen turnos de trabajo o no, es una simplificación incorrecta fácilmente salvable, que deja bien a las claras la falta de interés de la Dirección en este asunto.

No entendemos estas medidas discriminatorias hacia parte de la plantilla cuando la Empresa no consigue ningún beneficio con ello. Parece que la Dirección continúa optando por mantener un clasismo heredado de otras épocas.

En resumen, abrir la cafetería para los desayunos y crear un nuevo servicio de desayunos a talleres, puede ser un avance respecto a la situación actual, pero no deja de ser un parche provisional que deberá concluir, por un lado, en el acceso universal de todos los trabajadores a la cafetería, y por otro, en la libre salida a la
calle de todos sin discriminaciones.

Es verdaderamente preocupante que las noticias de RRHH al respecto sólo sean estas: que abren la cafetería o que van a llevar bocadillos a los talleres. ¡En manos de quién estamos y en manos de quién seguimos!

viernes, 11 de enero de 2013

Somos profesionales

Durante el último Consejo de Administración, celebrado el pasado Diciembre, se le preguntó al Sr. Director los motivos por los que se había externalizado el servicio de atención al público en las Tiendas del Museo.

La respuesta del Director fue que la FNMT no tiene personal especializado para este servicio de carácter muy profesionalizado. De la misma forma, el servicio de Call-Center del departamento de Ceres está externalizado, a pesar de las peticiones al respecto para que lo realice personal de la Fábrica.


Desde la Dirección General se está mandando el mensaje subliminal de que nos falta profesionalidad. Este mensaje, aparte de muy peligroso, es completamente falso. Hay muchos proyectos en los que se puso en duda en su momento que la FNMT fuera capaz de realizarlos, y después se terminaron de manera brillante. Entre ellos se pueden citar el lanzamiento del Euro en 2002, la segunda serie del Euro, el DNI (blanco y negro, color, e-DNI), el pasaporte electrónico, la lotería instantánea (a pesar de todos los problemas que hubo en su momento), la puesta en marcha de los departamentos de Tarjetas, Ceres, desarrollos propios como el TACTOCEL, la imagen latente cuádruple, etc.

Estamos orgullosos de formar parte de una plantilla muy profesionalizada y capacitada para afrontar los nuevos retos que puedan venir. Ello incluye a los especialistas, técnicos, administrativos, mandos intermedios, etc. Una de las fortalezas estratégicas de la FNMT es precisamente nuestra profesionalidad.

Sin embargo, para evitar que esta profesionalidad pueda realmente disminuir, es necesario afrontar seriamente la renovación de la plantilla, así como un sistema de formación coherente, dinámico y generalizado para evitar la muerte biológica o el alzheimer de la FNMT, riesgos de los cuales esta Dirección General parece no ser consciente.