martes, 26 de abril de 2016

EL ESPACIO 35

La trampa del nuevo sistema

El pasado 14 de abril, se celebró la primera reunión con la Dirección, con la finalidad de conocer su propuesta negociadora, cuyo principal baluarte es la instauración de un nuevo sistema de retribución a los trabajadores incluidos en convenio.

El resumen de la propuesta se define con dos palabras: DECEPCIÓN ABSOLUTA.
La Dirección pone sobre la mesa un cambio de modelo regresivo, basado:
- Desaparición de las categorías profesionales.
- Fraccionamiento del salario.
- Competencia y rivalidad continua entre compañeros de la plantilla.
- Simulación de los principios de estabilidad y acuerdos sobre jornada.
- Supresión de la valoración de puestos de trabajo.
- Arbitrariedad en los criterios de promoción interna.

Sus objetivos son dos, ahorrar costes de personal y anular cualquier base de reclamación de los trabajadores/as respecto a funciones, salario o régimen de trabajo.

Es decir, suprimir en la práctica nuestros derechos y que la única ley sea el ordeno y mando.

El ahorro de costes se quiere hacer reduciéndonos el sueldo.

Al eliminarse las categorías profesionales por el concepto de “ocupación”, deja de haber referencia clara de qué funciones tiene que hacer cada trabajador, fluctuando en función de su “experiencia” y lo que toque en cada momento.

Un Tercera puede hacer de Primera sin tener por qué cobrar su sueldo.

En este sistema la Superior Categoría pierde su sentido.

El avance de los años 80, cuando se unificaron salario base e incentivos, tocaría a su fin.

El salario se vuelve a dividir en varios conceptos, entre ellos una parte variable, por objetivos y/o desempeño.

Y cada fracción del salario tendrá un comportamiento diferente. Olvidémonos de seguir cobrando lo que cobramos, porque el sistema está pensado para que siempre cobremos menos que ahora, ya sea porque descuelgue de un concepto u de otro.

El sueldo tampoco va a ser “de tu categoría”. Un Primera va a tener el sueldo de un Tercera “más complementos”. Es decir, igualan por abajo

Suprimen la limitación de tiempo para realizar inferiores categorías, que se convierte en otro arma en manos de las jefaturas para castigar a los trabajadores díscolos.

Uno de los cambios más importantes viene por la modificación de los concursos. Ya no se tratará de presentarse a una plaza, sino que vamos a estar en evaluación continua, con lo que ello implica de competitividad entre compañeros/as.

Con el agravante de que la evaluación del “desempeño” estará en manos de los jefes, dando pie a favoritismos y arbitrariedades de todo tipo.

El calendario y la jornada dependerán de la organización concreta de los trabajos y no de un pacto con el comité, con lo cual nuestra vida personal quedará aún más sujeta a los ritmos de la Fábrica.

Proponen la productividad por encima de las personas, de las familias, de las vidas.

Es preferible un mal método de valoración que ninguno. 

 
Las labores, los avances tecnológicos, las nuevas necesidades de formación o la mayor responsabilidad en las funciones, están siendo recogidos -aunque tarde y mal- en nuestra valoración mediante las reclamaciones, gracias al esfuerzo de la Comisión Mixta. La revisión de valoración desaparecerá.

El ideal de la dirección es que, por ejemplo, un impresor siga cobrando lo mismo independientemente de si hace fotocopias o lleva una rotativa. Estás imprimiendo, que es “tu ocupación”.

EPS repudia este modelo de relaciones laborales, que desarma a los trabajadores/as y nos deja sin derechos, al albur de directivos soberbios y autoritarios.

Por otra parte, EPS tampoco ve que el momento de la negociación sea el adecuado para los trabajadores/as. El gobierno está en funciones, el Director está en funciones, sigue vigente la contrarreforma laboral del PP y todavía no nos han devuelto una parte del sueldo y los derechos que nos arrebataron.

Esperemos al nuevo gobierno y a que mejoren las condiciones legislativas, mientras tanto vayamos preparando nuestra defensa ante esta nueva agresión.


LO QUE QUEDA DE LA BRIGADA

La Brigada de Bomberos y Protección Civil de la FNMT-RCM están formadas por voluntarios, que prestan importantes servicios.

Se trata de un importante trabajo físico, fuera del domicilio a veces y no remunerado que no está bien visto por otros compañeros y suscita ciertas suspicacias.

Durante estos últimos años la formación necesaria para que la Brigada pueda realizar su trabajo se ha impartido en un centro formativo en Las Palmas de Gran Canaria, principalmente por lo económico que resulta y para premiar mínimamente la encomiable labor que realizan.

Pero esa formación es insuficiente, siendo necesario conocer en profundidad las propias instalaciones, que sufren reformas de forma continuada, con el agravante de que muchos integrantes de la Brigada no tienen acceso a las diferentes áreas.

Difícilmente puede actuar correctamente en caso de emergencia si no conocen a la perfección esas zonas.
Respecto a nuestros compañeros de IMBI S.A. han sido perjudicados, ya que de momento no reciben esta formación, al rechazar participar en las formaciones organizadas por la fábrica.

EPS no entiende esta postura cuando compartimos las mismas instalaciones.
Por otro lado, los compañeros de Protección Civil, están segregados de la Brigada, pero deberían recibir formación conjunta para tener una buena actuación coordinada en caso de emergencia.

EPS considera que tenemos que seguir trabajando por conseguir un equipo perfectamente compenetrado, coordinado y formado.

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