miércoles, 23 de diciembre de 2020

EPS OPINA 175

DURO APRENDIZAJE

Acaba un año especial en muchos aspectos, sobre todo duro humana y socialmente, del que debemos salir fortalecidos. Queremos en primer lugar abrazar a los compañeros/as (en activo y jubilados/as) que han padecido la enfermedad y a los que la han sufrido en sus familias y allegados.

Este año hemos aprendido que entre los servicios más básicos está el esforzado equipo de limpieza, sin el cual es muy probable que el efecto de la pandemia hubiera tenido peores efectos en la Fábrica. Por eso es inconcebible que aún hoy no se cubran todas sus bajas y haya compañeras/os con jornada parcial, o que se permita la discriminación estructural de las mujeres de su plantilla.

Hemos aprendido que muchas personas pueden trabajar desde su casa, dando servicio con total confianza y fiabilidad cuando se les facilitan los medios adecuados. También, que el teletrabajo y la necesidad de equipos no están directamente relacionados con el puesto en el organigrama, y que frecuentemente es más esencial para que todo funcione en el corto plazo, el que barre que el que manda.



En los talleres se sigue comprobando que la autoorganización, el orgullo profesional y el apoyo mutuo son los mejores aliados frente a las adversidades inmediatas, y que si uno tiene que esperar a decisiones técnicas o instrucciones directivas, la Fábrica se pararía más de una vez. Una Fábrica que no se va a desmoronar porque se avance en la necesaria reducción de jornada, la flexibilidad de horarios y la mejora salarial.

También hemos podido ver como la Fábrica funciona sin Director/a de Recursos Humanos, incluso en las condiciones más complicadas. Por el contrario, la Presidencia parece necesitar todo un equipo de asesores directos de alto nivel para desarrollar sus funciones. En fin, el mundo al revés.

Burgos, que sigue en el alambre por mucho que algunos no quieran verlo, nos enseña que la mala gestión no tiene responsabilidades y que la parálisis puede ser soportada indefinidamente.

Y nuestro querido aliado público, el Banco de España, que tras encarecer la fabricación de billetes se toma con excesiva calma la venta prometida del terreno de Vicálvaro. Esto nos hace sospechar que podrían acabar incumpliendo su palabra y como en las ruletas amañadas: ¡Todo para la banca!

De regalo de Navidad hemos recordado que, gobierne quien gobierne, los derechos se defienden.
¿Quién nos iba a decir que una Presidenta socialista y sindicada nos iba a negar los atrasos de la cesta?


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