jueves, 26 de julio de 2012

Pasividad

En la reunión mantenida el miércoles 25 entre el Comité Intercentros y el Director General, se percibió la falta de iniciativa y de sensibilidad social de Sánchez Revenga. Enrocado en la explicación oficial de la crisis y los sacrificios que comporta, “lamentó” las medidas que se estaban tomando. El Intercentros no quiso derivar la cita a esa discusión, pero dejó claro que los culpables son los sectores financieros y capitalistas, arropados por los gobiernos del Psoe y del Pp, y no los empleados públicos ni los trabajadores/as, que somos los que estamos sufriendo las consecuencias.

El Director no ha buscado más margen que el que a simple vista da el Real Decreto: elegir cómo se quiere el robo de la paga extra. Eso sí, repitió varias veces que “las medidas son provisionales” y que “el dinero no va a pasar a cuenta de resultados, sino que se va a guardar hasta 2015”. Se tiene aprendida la lección de intentar vender motos. El IRPF se ajustará a nuestros menores salarios.

Hizo referencias importantes al estado económico de la Fábrica. Caen con fuerza los pasaportes, la moneda nacional va a disminuir sustancialmente en 2013 y se están registrando descensos de los pedidos de nuestros clientes institucionales y retrasos en el pago, debido a la restricción presupuestaria. Está siendo necesario recurrir esporádicamente a líneas de crédito. Se ha ampliado el pedido de monedas de Chile, y confía en nuevos concursos en Guatemala y la opción de billetes para Nigeria. Se va a preparar la línea de fabricación de Valores para licitar billetes no Euro (aunque espera que no sean pesetas), y están comenzando los estudios de viabilidad de la nueva planta de fabricación de billetes. Respecto a la plantilla, se va a restringir el empleo fijo y tirar de temporalidad cuando haya puntas de producción.


El Comité recordó que el Convenio Colectivo es un todo y un acuerdo equilibrado entre las partes, en que todos hemos hecho cesiones por el bien común. Advirtió que la ruptura unilateral del Convenio por la Administración empuja a los trabajadores/as a poner en tela de juicio otros aspectos de ese acuerdo.

Para EPS hay una dejación clara de las funciones de gestión. Sánchez Revenga debería haber llegado no sólo con una lectura superficial del Decreto debajo del brazo y con el reaparecido Director de RRHH, sino con una batería de medidas sociales que pudieran compensar la agresión. Es evidente que no es su intención ni su criterio, encastillado como está en una visión economicista radical.

El Director debe poner cauces de comunicación para escuchar los argumentos detallados del Comité sobre cada aspecto del R-Decreto, y defenderlos ante el Ministerio. Debe estudiar derivaciones de privilegios hacia partidas sociales (p.e. dedicar el gasto de aparcamientos de directivos para incrementar el fondo del Grupo de Empresa). Y ha de pensar medidas que reequilibren la ruptura del convenio (sería cruel que siguieran sancionando a la gente por llegar 3 minutos tarde).

De lo contrario, puede haber una fractura social en la Fábrica.

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