El 26 de Agosto se cumplen 7 años del accidente que causó la muerte de nuestra compañera Consuel . Hace unos meses recibimos la incomprensible noticia de que el juzgado había archivado la causa por falta de pruebas para determinar que hubiera delito en el suceso.
Una de las razones era que la trabajadora había firmado algún tipo de papel dándose por enterada de los riesgos de su puesto de trabajo. Todo esto nos lleva a reflexionar.
Han cambiado muchas cosas después de aquel trágico accidente, en 2009, pero también hay muchas que siguen igual. Se puso de manifiesto que la seguridad del Silo era deficiente, y se abordaron con urgencia refuerzos en sus sistemas, barreras y procedimientos, contratando personal especializado (recursos preventivos) para asesorar y supervisar determinadas actividades.
En este sentido, la investigación de los técnicos/as de Prevención de la Fábrica fue mucho más rápida y efectiva que la de los juzgados.
Sin embargo, a ninguno de los responsables de la gestión del Silo, de la limpieza ni de Prevención se les han exigido responsabilidades. Los distintos directores echaron balones fuera a expensas del proceso judicial, que finalmente han logrado bloquear. A esto es a lo que llaman Responsabilidad Social Corporativa, una engañifa. Los implicados se van colocando, jubilando, y aquí paz y después gloria.
Mención especial requiere la información sobre los riesgos de trabajo. Como todos/as sabemos, se imparten variados cursos sobre Prevención de Riesgos Laborales, y firmamos muchos recibís, títulos, planes de actuación, evaluación de riesgos…
Cada uno habrá visto para lo que le sirven, lo que aprende, la seguridad que le da y los accidentes o enfermedades profesionales que les han evitado, la capacidad que tienen para hablar con sus jefes/as y que las cosas se hagan mejor o más seguras.
Pero desde luego tened una cosa clara, esos papeles sirven para que las demandas se queden en agua de borrajas y no se haga justicia, para eso sí que sirven, para cubrir el culo a los de arriba.
Una de las razones era que la trabajadora había firmado algún tipo de papel dándose por enterada de los riesgos de su puesto de trabajo. Todo esto nos lleva a reflexionar.
Han cambiado muchas cosas después de aquel trágico accidente, en 2009, pero también hay muchas que siguen igual. Se puso de manifiesto que la seguridad del Silo era deficiente, y se abordaron con urgencia refuerzos en sus sistemas, barreras y procedimientos, contratando personal especializado (recursos preventivos) para asesorar y supervisar determinadas actividades.
En este sentido, la investigación de los técnicos/as de Prevención de la Fábrica fue mucho más rápida y efectiva que la de los juzgados.
Sin embargo, a ninguno de los responsables de la gestión del Silo, de la limpieza ni de Prevención se les han exigido responsabilidades. Los distintos directores echaron balones fuera a expensas del proceso judicial, que finalmente han logrado bloquear. A esto es a lo que llaman Responsabilidad Social Corporativa, una engañifa. Los implicados se van colocando, jubilando, y aquí paz y después gloria.
Mención especial requiere la información sobre los riesgos de trabajo. Como todos/as sabemos, se imparten variados cursos sobre Prevención de Riesgos Laborales, y firmamos muchos recibís, títulos, planes de actuación, evaluación de riesgos…
Cada uno habrá visto para lo que le sirven, lo que aprende, la seguridad que le da y los accidentes o enfermedades profesionales que les han evitado, la capacidad que tienen para hablar con sus jefes/as y que las cosas se hagan mejor o más seguras.
Pero desde luego tened una cosa clara, esos papeles sirven para que las demandas se queden en agua de borrajas y no se haga justicia, para eso sí que sirven, para cubrir el culo a los de arriba.
Nos da rabia que nos tomen el pelo, pero seguimos luchando para cambiar las cosas de verdad.
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