martes, 8 de julio de 2014

Lealtad y sentido común, señor Linde

Hace un año el Banco de España tomó una decisión transcendental respecto a la fabricación de los billetes Euro de la cuota nacional:

- Se fabricarían en España
- No se correrían riesgos legales
- La Casa de la Moneda se vería afectada lo menos posible

En Enero de 2014 se llegó a un acuerdo marco entre la Fábrica y el Banco, con tres elementos:

- Articular la fabricación in-house
- Formar una sociedad participada
- Construir una nueva planta de fabricación

Estas son las bases sobre las que se está trabajando desde hace meses. Así se informó al Banco Central Europeo, al Ministerio de Hacienda, al Consejo del Banco de España, a los trabajadores y trabajadoras.

La Fábrica ya ha cedido mucho respecto a sus obligaciones como medio propio de la Administración General del Estado, que le darían derecho, en interpretación neutral, a seguir fabricando los billetes Euro de la cuota española como se viene haciendo hasta la fecha. Se retiró en otoño de 2013 la propuesta –viable legal y administrativamente- de gestionarlo como Unidad de Negocio controlada por el Banco ¿Qué más quieren?


Podríamos comprender que el Banco de España tuviera muchas presiones de la cúpula de Frankfurt, de otros bancos nacionales más poderosos, de los lobbies privados de imprentas de seguridad. Incluso, que quisiera jugar al monopoly con otros colegas de la zona suroeste, o engrandecer el ego de algunos directores generales que van “de sobraos”.

Tampoco nos importaría explicarle a sus directivos, en vivo y en directo, cómo se fabrica un billete y cómo se gestiona una fábrica, porque parece que algunos lo entienden como si fuera un pull de fotocopiadoras.

Se diría que les suena a chino el diseño, la I+D+i, la calidad, prevención de riesgos laborales, contabilidad de costes, el mantenimiento, los aprovisionamientos y logística, la planificación de la producción, etc.

Esas pequeñas cosas que diferencian la realidad industrial de la financiera.

Ya lo hemos dicho en otras ocasiones, el Banco y la Fábrica son aliados naturales, que trabajan en la cadena de valor de la emisión de billetes al servicio de España y Europa. No somos enemigos. Salvo que claro, uno invada las competencias del otro y no se complementen sino que se ataquen.

Y nos parece, Sr. Linde, que Vd. se está metiendo en nuestro terreno, nos está faltando al respeto y nos está robando la cartera.

No es lo acordado, ¿por qué ha cambiado de opinión?

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