El Banco de España va a sacar a licitación la fabricación del papel para los billetes Euro de 2016, lo que podría estar en marcha antes de final de mes. ¿Por qué el Banco de España, que nunca lo ha hecho antes y que no es impresor de billetes, rompe con la lógica de que sea la Fábrica de Papel de la Casa de la Moneda la que fabrique este producto de alta seguridad? Para entenderlo es preciso comprender cuál es la peligrosa relación entre ambas instituciones.
El pasado viernes, el Consejo de Ministros dio luz verde a la segregación de la actividad de fabricación de billetes de la Casa de la Moneda (FNMT-RCM), de cara a constituir una sociedad independiente (Imprenta de Billetes, S.A., IMBISA) que, inmediatamente tras su formalización pasará a pertenecer en un 80% al Banco de España y un 20% a la FNMT-RCM. Esta participación de la FNMT-RCM se mantendrá como mucho hasta el 31 de Diciembre de 2017. La fecha actualmente prevista para la constitución definitiva de IMBISA es el 1 de Octubre.
Siendo IMBISA la imprenta, lo normal sería que fuera ella la que comprase el papel, entre otras cosas porque son los técnicos especialistas en la materia. Y dado que la Casa de la Moneda es partícipe de IMBISA, no hay ningún impedimento legal para que se siga encargando el papel de billetes a la papelera que tiene en Burgos, como viene haciéndose desde hace más de 50 años. La calidad y competitividad de la Fábrica de Papel de la FNMT-RCM está fuera de toda duda, y sirve a otros países de la zona euro, como a Italia, Portugal, Irlanda, Bélgica o Grecia con total garantía.
Este movimiento del Banco de España es claramente hostil contra la Casa de la Moneda, pues amenaza la carga de trabajo de su papelera de manera absurda y gratuita, y pone en un brete al conjunto de la empresa. Burgos está inmersa en importantes inversiones en una nueva máquina de papel, por importe de 27 Millones de Euros, cuya amortización depende de este tipo de pedidos. La maniobra de Linde puede provocar pérdidas en la papelera, que sumadas al bocado que significa quitarle la impresión de billetes, van a lastrar el futuro de la FNMT-RCM.
Estos ataques están siendo consentidos por el Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que parece deseoso de vender la Casa de la Moneda, pues no pone límites al Banco de España-BCE. De hecho, la segregación de IMBISA es una privatización encubierta, pues esta parte saldrá del sector público español, como se declara en la Ley 18/2015, de 9 de Julio, que dice sin ambages en su preámbulo que “debe considerarse que una parte de las funciones de la Fábrica pasan a integrarse en el ámbito institucional europeo, dejando de formar parte del sector público empresarial del Estado”.
El efecto de debilitar a la FNMT-RCM mediante la división y la retirada de trabajos va a provocar pérdidas estructurales que obliguen a una privatización generalizada de esta empresa centenaria. Así se perderá un polo tecnológico e industrial del sector de alta seguridad, para regocijo de los amiguetes de turno, el pago de favores en la Unión, o simplemente dejar paso libre a la colonización de nuestros ¿amigos? del Norte.
En una jugada destinada a favorecer a los lobbies privados de impresión de seguridad y a los países más poderosos de la Unión Europea –especialmente a Francia-, el Banco de España-BCE no duda en torpedear a la FNMT-RCM y al estado, con el claro fin de hundir aún más la industria y la tecnología española. ¿Para quién trabajas, Linde?
El pasado viernes, el Consejo de Ministros dio luz verde a la segregación de la actividad de fabricación de billetes de la Casa de la Moneda (FNMT-RCM), de cara a constituir una sociedad independiente (Imprenta de Billetes, S.A., IMBISA) que, inmediatamente tras su formalización pasará a pertenecer en un 80% al Banco de España y un 20% a la FNMT-RCM. Esta participación de la FNMT-RCM se mantendrá como mucho hasta el 31 de Diciembre de 2017. La fecha actualmente prevista para la constitución definitiva de IMBISA es el 1 de Octubre.
Siendo IMBISA la imprenta, lo normal sería que fuera ella la que comprase el papel, entre otras cosas porque son los técnicos especialistas en la materia. Y dado que la Casa de la Moneda es partícipe de IMBISA, no hay ningún impedimento legal para que se siga encargando el papel de billetes a la papelera que tiene en Burgos, como viene haciéndose desde hace más de 50 años. La calidad y competitividad de la Fábrica de Papel de la FNMT-RCM está fuera de toda duda, y sirve a otros países de la zona euro, como a Italia, Portugal, Irlanda, Bélgica o Grecia con total garantía.
Este movimiento del Banco de España es claramente hostil contra la Casa de la Moneda, pues amenaza la carga de trabajo de su papelera de manera absurda y gratuita, y pone en un brete al conjunto de la empresa. Burgos está inmersa en importantes inversiones en una nueva máquina de papel, por importe de 27 Millones de Euros, cuya amortización depende de este tipo de pedidos. La maniobra de Linde puede provocar pérdidas en la papelera, que sumadas al bocado que significa quitarle la impresión de billetes, van a lastrar el futuro de la FNMT-RCM.
Estos ataques están siendo consentidos por el Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que parece deseoso de vender la Casa de la Moneda, pues no pone límites al Banco de España-BCE. De hecho, la segregación de IMBISA es una privatización encubierta, pues esta parte saldrá del sector público español, como se declara en la Ley 18/2015, de 9 de Julio, que dice sin ambages en su preámbulo que “debe considerarse que una parte de las funciones de la Fábrica pasan a integrarse en el ámbito institucional europeo, dejando de formar parte del sector público empresarial del Estado”.
El efecto de debilitar a la FNMT-RCM mediante la división y la retirada de trabajos va a provocar pérdidas estructurales que obliguen a una privatización generalizada de esta empresa centenaria. Así se perderá un polo tecnológico e industrial del sector de alta seguridad, para regocijo de los amiguetes de turno, el pago de favores en la Unión, o simplemente dejar paso libre a la colonización de nuestros ¿amigos? del Norte.
En una jugada destinada a favorecer a los lobbies privados de impresión de seguridad y a los países más poderosos de la Unión Europea –especialmente a Francia-, el Banco de España-BCE no duda en torpedear a la FNMT-RCM y al estado, con el claro fin de hundir aún más la industria y la tecnología española. ¿Para quién trabajas, Linde?