Primero dos aclaraciones obvias: si hemos construido un nuevo sindicato es porque los demás no nos valen al 100 %, por lo que inevitablemente habrá críticas a su actuación, a sus políticas o a sus estrategias. Y segundo, nos hemos involucrado en la actividad sindical para reivindicarla y mejorarla, no para denigrarla.
CCOO es el mayor sindicato del país. Surgió en la clandestinidad en los años sesenta, se infiltró en el Sindicato Vertical y su lucha favoreció la llegada de la democracia. Está muy ligado a Izquierda Unida y al Partido Comunista de España.
En la Casa de la Moneda están coaligados con NP en Madrid –con la que han presentado listas conjuntas a Delegados de Prevención-, y con UGT en el Intercentros, donde se reparten Presidencia (UGT) y Secretaría (CCOO).
CCOO ha sido muy criticado desde su izquierda sobre todo a partir de los años 80. Se les acusa de pactismo, de desmovilizar a los trabajadores y de poner los intereses políticos de las cúpulas por encima de los de los trabajadores. Han renunciado al cambio social y se conforman con suavizar las condiciones de trabajo, sin poner en riesgo la estabilidad del capitalismo. Desde finales de los 90, una parte importante de sus cuadros se han pasado a CGT, sindicato anarquista ecléctico. También se han organizado movimientos críticos, más combativos y participativos, como CoBas (Comisiones de Base).
En la Casa de la Moneda las disputas con los independientes y Nueva Plataforma han sido duras, mantenidas e intensas, hasta el punto de que CCOO les acusó de fascistas y les impidió el acceso a foros sindicales. Por otra parte, el eslogan más repetido de la Coordinadora Sindical de Madrid, en la que está integrada NP, es “Comisiones y UGT, sindicatos del poder”. Uno de las mayores agresiones sufridas por la CSM fue que, según ellos, CCOO provocó el despido del Presidente del Comité de Empresa de Telefónica en plena negociación del convenio.
Como veis, nada nuevo. La única diferencia es que ahora estos antiguos adversarios se han convertido en aliados para ostentar el dominio sindical en la Fábrica ¿Habéis visto que CCOO conteste a las críticas de NP?
Dice CCOO que desinformamos cuando decimos que a RTVE no le han afectado los recortes del 5 %, y a continuación vaticinan que “les afectará”. Lo que significa que hasta ahora no se los han aplicado, y por tanto EPS dice la verdad.
Critican a EPS por no contribuir a “sentar las bases de un órgano de representación unitario fuerte y coherente”. ¡Pero si no nos dejan! La primera propuesta de CCOO en este Comité fue aumentar su participación en la Comisión Delegada. La segunda, que ningún miembro de EPS tuviera acceso a los datos de Prevención de Riesgos. Y en el Intercentros apoyó la propuesta de UGT para excluir a EPS de la Comisión Paritaria.
Ya están publicadas las actas del Pleno del Comité de Madrid donde se pueden leer las propuestas de democratización del Comité de Empresa que hizo EPS, y cómo fueron rechazadas por CCOO y el resto de sindicatos. Hablar de cinismo es quedarse corto, cuando nos acusan de no colaborar los mismos que nos impiden ejercitar esa colaboración.
EPS tiene fundamentos firmes y duraderos, su único objetivo es la participación democrática de los trabajadores. Hoy en día se están multiplicando el número de sindicatos nacidos desde abajo, empresa a empresa. Esa es la base para un avance real de la sociedad. Y ese es el riesgo que percibe CCOO.
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