viernes, 25 de marzo de 2022

EL ESPACIO 77

LAS HORAS EXTRA EN LA DEFENSA DE LOS DERECHOS DE LOS TRABAJADORES DE LA FNMT

A simple vista pudiera pensarse (y algunos lo piensan) que el hecho de hacer horas extra significa  quitar trabajo a terceros en cualquier circunstancia.

Esta postura tan simple y radical choca con la realidad de lo sucedido en la FNMT durante los últimos
42 años desde la aprobación del Estatuto de los Trabajadores, en donde se acordó la aceptación de un
máximo de 80 horas extra al año por trabajador

Fue hacia 1.980 cuando la supresión de la mayor parte del millón anual de horas extras que por aquel entonces se realizaban en Fábrica propició la entrada de unos 700 trabajadores adicionales.

Hubo que hacer las horas extra primero para que estos trabajadores entraran

A partir de entonces, en la FNMT ha existido cierta fobia sindical a la realización de horas,  demonizándose constantemente desde algunos sectores.


CONSECUENCIAS:

Primera.- Más presión a la plantilla por parte de las jefaturas, paulatina, progresiva y creciente, en un
intento continuo de aumentar producciones para cumplir con los plazos de entrega con los mismos
medios, sin contrapartidas. 

Segunda.- Falta de personal, sobre todo en las escalas inferiores (auxiliares, almaceneros, revisores, …). La plantilla real de Fábrica se encuentra por debajo de la teórica en unos 150 trabajadores, con
una temporalidad que asusta.

Tercera.- Incremento de subcontrataciones a empresas externas, normalmente con peores condiciones laborales que las nuestras y de trabajo más en precario.

Cuarta.- Exigencia de polivalencia extrema en buen número de puestos y en especial para poder optar a superiores categorías, sin contrapartidas y sin garantizar la carrera profesional.

Por otra parte, las escasas 10.000 horas extra que se realizan de media anualmente son consideradas en
gran parte por la empresa como coyunturales, es decir, que no dan lugar a consolidación de plantilla
porque son fortuitas
. Echando de este modo más leña al fuego, al fin y al cabo, siempre se puede subcontratar.

En realidad, cualquier volumen de horas extras mantenido en el tiempo es estructural y por lo tanto puede transformarse en empleo fijo si se quiere. Solamente hace falta que la Dirección, los sindicatos (o ambos) movamos el culo para ir al político de turno (Ministro/a) a recordarle el sobrecoste que tiene para las arcas del Estado el hecho de no trasformar el trabajo extra en trabajo fijo (un 75% más).

En enero de 2019 EPS presentó en el seno de Comité de Empresa una propuesta en este sentido para que se incluya en la plataforma reivindicativa de los trabajadores la consolidación del empleo extraordinario mediante contratación de personal fijo en un equivalente al número de horas extraordinarias abonadas por la FNMT en el año precedente.

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