La Comisión de Titulaciones tiene por objetivo ampliar el abanico de posibilidades para presentarse a los procesos selectivos.
La necesidad surge por una confluencia de dos circunstancias: el Plan de Bolonia con sus nuevas titulaciones y actualizar los criterios, ya obsoletos, de acceso a los procesos selectivos. Este anacronismo ha generado lo que se conoce como el Síndrome de Superman, es decir, llegar a pedir requisitos, que previamente no se están cumpliendo o exigiendo.
Las necesidades de la empresa son otras, principalmente agilidad y movilidad entre categorías para ganar flexibilidad.
Una de las propuestas sobre las que estábamos trabajando era incrementar el número de titulaciones a ostentar para presentarse a una categoría determinada. Propuesta respaldada con 100 firmas recogidas a iniciativa de los propios trabajadores.
En la última reunión celebrada el día 6 de abril, tras semanas de trabajo, se alcanzó un acuerdo que permitía a un titulado (superior / medio / FP grado superior) poder presentarse a cualquier plaza que tuviera valorado su mismo nivel formativo, independientemente de la especialidad elegida.
Minutos más tarde, en otra reunión convocada urgentemente, el Dir. de RR.HH. deslegitima públicamente el trabajo de sus representantes y tira por la borda semanas de trabajo de la Comisión.
Las justificaciones del Dir. de RR.HH. para su rechazo son débiles, desmontándose por sí solas todas ellas. Las recogemos aquí:
1.- “No se puede asegurar que no vaya a aprobar alguien que no tenga la preparación adecuada”. Algunos pueden interpretar con este comentario que se está poniendo en duda la competencia de los tribunales de los procesos selectivos.
2.- “Sirva de ejemplo (del peligro de acceder personal sin la adecuada cualificación) los procesos de CERES”. ¡Pero si precisamente se caracterizan por su excesiva dureza! Sólo hay que hacer un seguimiento de la cantidad de plazas que quedan desiertas o no cubiertas internamente por esa razón.
3.- “No tengo claro que sea la solución más adecuada, por lo que no autorizo el acuerdo”. Por lo que se ve volvemos a las andadas y seguiremos con la triple I tan temida en esta fábrica: Inmovilización, Infravaloración e Infrautilización.
Del mismo modo que las mesas de formación llegaron a solapar y deslegitimar a la comisión de formación, el reciente Director de RRHH, deslegitima a su equipo negociador públicamente. ¿Supone esto la creación de otro nuevo equipo negociador o es tan sólo una forma de ralentizar cualquier acuerdo?
Desde EPS hacemos una lectura muy negativa, por la falta de credibilidad que supondrá en los distintos foros de negociación que se están llevando a cabo (Plan de Empresa, acuerdo de Formación, etc.).
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