viernes, 10 de octubre de 2014

EPS apoya la defensa de AENA

http://aenaparemoslaprivatizacion.es/ 

MANIFIESTO CONTRA LA PRIVATIZACIÓN

Exmo. sr. don Mariano Rajoy Brey.
Presidente del Gobierno.
Complejo de la Moncloa. Avda. Puerta de Hierro, s/n.
28071 Madrid. España.

Los abajo firmantes, ciudadanos, asociaciones y colectivos, y trabajadores del sector aéreo, queremos hacerle llegar nuestra preocupación, al tiempo que nuestra solicitud, de que retire el proyecto de privatización de la red de aeropuertos de interés público, con la venta de Aena Aeropuertos.

Entendemos que esta operación no puede entenderse más que desde la óptica neoliberal de la cesión de servicios públicos básicos al ciudadano, como ya lo han sido el sector eléctrico y de comunicaciones, y lo están siendo el ferroviario, la sanidad, el sistema de pensiones, la distribución de agua o la educación. Pero en ninguno de los casos anteriores la nueva gestión privada ha reportado beneficio alguno al ciudadano de a pie, que finalmente se ha quedado sin un patrimonio acumulado durante generaciones, que aportaba a las arcas del Estado, a la vez que con servicios más caros y más excluyentes.

Las grandes compañías privadas que todos conocemos se han enriquecido con el patrimonio público; pero los mismos ideólogos que han abanderado esta cesión de propiedad, que no sólo de gestión, hablemos claramente, son también los que han decidido socializar al ciudadano las enormes pérdidas que esa misma gestión ha causado. En el caso de los aeropuertos, tenemos los ejemplos muy recientes de los de Castellón, Ciudad Real o Murcia-Corvera, proyectos privados rescatados con dinero público a través del rescate de las cajas de ahorro que los financiaron.

Aena Aeropuertos, junto con Renfe y Adif, que también están en proceso de privatización, es la última gran infraestructura del transporte en manos públicas. Es un grupo líder en el mundo por el número de pasajeros que utilizan nuestros aeropuertos, y es la entrada básica del turismo extranjero en nuestro país. Ha sido desde siempre un proyecto autosostenido que no ha tenido coste alguno para las arcas del Erario Público, que ha mejorado las infraestructuras de este país, es básico para el desarrollo de las regiones, crea sinergias estables dentro del tejido productivo, y es un ejemplo de interconexión entre territorios y de conectividad.

Nuestra red pública de aeropuertos ha aportado miles de millones de euros vía impuestos al Estado, es pieza básica dentro de la modélica Organización Nacional de Trasplantes (ONT) donde este país es con diferencia líder en el mundo en donaciones de órganos, y su modelo de red propicia una economía de escalas que permite que unos aeropuertos sostengan a otros, y que se retroalimenten los flujos internos dentro de la red, manteniendo unas tasas bajas para el pasajero al tiempo que se mantiene un alto estándar de seguridad operacional.



La operación de venta del 49% de nuestra red pública de aeropuertos se ha diseñado para que, en un alto porcentaje, se ponga en manos de fondos de inversión internacionales, que formarían un núcleo duro estable. Ha sido, precisamente, la rapacidad de estos fondos de inversión, su opacidad, su ánimo exagerado de lucro y falta de regulación la que ha causado esta crisis en que estamos inmersos y estamos pagando los ciudadanos. No podemos entender que no hayamos aprendido nada de todo lo que ha pasado, y que se ceda precisamente al capital especulativo un bien estratégico en nuestra economía del que depende por encima de un 10% de nuestro PIB.

Queremos remarcarle, igualmente, el carácter de insularidad y de dispersión de nuestro territorio, compuesto por dos archipiélagos y dividido geográficamente entre dos continentes, que le hace especialmente dependiente en su interconexión, y en la viabilidad de su economía, del sector aéreo.

El hecho de privatizar Aena Aeropuertos es privatizar, igualmente, las decisiones estratégicas que se toman en el sector, uno de los que sostiene nuestra economía y puestos de trabajo. Es llevar esta toma de decisiones a ámbitos externos ajenos al principio de bien común y de sostenibilidad.

Su conversión en empresa privada, la salida a bolsa, la entrada de un núcleo duro de fondos de capital extranjeros, la convertirá en el peor de los escenarios para el sector, un monopolio privado de una infraestructura estratégica. No se puede aducir tampoco que la operación “mejore la gestión”, pues se ha descartado que vayan a entrar en la misma operadores de infraestructuras.

La lógica del proyecto implica que no se cerrará a medio plazo el porcentaje en un 49% del capital, que puede convertirse en cualquier momento en mayoritario. Tampoco queda asegurada la estructura de red, pues en los medios de comunicación responsables de Fomento hablan ya de concesionar determinados bloques de aeropuertos. El final de esta lógica es una brusca subida de tasas en busca de altos porcentajes en los capitales de retorno invertidos, el cierre de infraestructuras, la venta parcializada de la red y el rescate por el dinero público de la parte de Aena Aeropuertos que no garantice una fuerte rentabilidad.

Hay que añadir a todo esto la preocupación con que observamos el precio máximo de tasación de nuestra red pública de aeropuertos que se baraja para esta operación de private equity, que es de 16.000 millones. Consta en la web pública de Aena una inversión de unos 19.000 millones, sólo para la ampliación y mejora de la red, en el período 2001 a 2012. Otros expertos valoran que el coste de construir de nuevo nuestros aeropuertos es superior a los 300.000 millones de euros, sin contar con las sinergias que ha adquirido, el know how acumulado y la solidez y estabilidad de su funcionamiento. La opacidad de la operación y la nula información sobre los criterios utilizados para su tasación no nos hacen despejar estas dudas.

Si Aena Aeropuertos lleva dos años en beneficios y recortando su deuda, si se está recuperando el tráfico aéreo con buenas previsiones, si siendo pública ha conseguido ser el mayor operador mundial en un sector estratégico y tecnológico, la pregunta nos parece obvia. ¿Por qué privatizarla precisamente ahora? ¿Por qué a este precio cuando su valor es muy superior y aumentará el año que viene?

Respetuosa pero firmemente le solicitamos retire el proyecto de privatización de Aena Aeropuertos.

AHORA TOCA DEFENDER NUESTRO PATRIMONIO

APOYA este manifiesto contra la privatización de Aena.

http://aenaparemoslaprivatizacion.es/

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